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viernes, 30 de agosto de 2013

La comunicación familiar y los adolescentes



La comunicación familiar y los adolescentes 



Los adolescentes parecen no querer hablar nunca, se encierran en su cuarto a escuchar música, ven televisión o salen con los amigos. Muchas veces los padres piensan que lo mejor es no hablarles o meterse con ellos, ya que así respetan su privacidad y evitan conflictos familiares. Sin embargo, los adolescentes necesitan desarrollar la comunicación con sus padres desde que son pequeños.

La comunicación es un aspecto fundamental en la vida familiar. Sin embargo, actualmente hay diversas circunstancias que dificultan la comunicación entre padres e hijos o pareja.
Debemos recordar que al hablar de comunicación familiar no solamente nos referimos a las palabras, sino también a la comunicación a través de gestos, sentimientos y actitudes.
  Es muy importante que los padres de familia aprendan a escuchar a sus hijos, pues desde la primera infancia, en ocasiones los padres desean que los hijos les escuchen pero no dedican tiempo a escucharlos a ellos.
Cada uno de los hijos se comunica de forma distinta que sus hermanos y es necesario brindarle el tiempo necesario a cada hijo, así como estar conscientes de su edad, sexo y características personales para poder comunicarse con ellos de una forma adecuada.
Cuando un hijo no se comunica con sus padres, se comunica con sus amigos y muchas veces cuando llegan a la adolescencia se llenan de información equivocada.
Para lograr comunicarse con un hijo adolescente es aconsejable estas pautas:
  • Escucharlos: valorar sus opiniones y escuchar lo que tengan que decir con respeto.
  • Buscar momentos en común: ir a comer un helado, que los acompañe al supermercado o cualquier momento en el que estén solos para lograr entablar una conversación enriquecedora.
  • Mostrarles afecto: muchas veces los adolescentes se muestran ensimismados y rebeldes porque no se sienten amados ni aceptados.
  • Respetar su intimidad: necesitan tener intimidad y privacidad.
  • Confiar en ellos: esto les da seguridad en sí mismos.
  • Negociar con ellos cuando alguna conducta desea ser cambiada.
  • Mantener la calma: aunque nos cuenten algo que nos altere o tengan una actitud negativa, es importante actuar calmados, no hablar con enojo o juicio y menos aun hacer comparaciones.
  • Cultivar el buen humor: el buen humor hará en el hogar un ambiente agradable y armónico.
  • Enseñarles a ser autónomos y reflexionar: cuando los padres hacen las cosas que los hijos pueden hacer por sí solos, se les está dando el mensaje que no los creen capaces de hacerlo.

  • Ser un modelo para ellos: las palabras se las lleva el viento, pero el ejemplo se arrastra. 

    CREATIVIDAD Y VOLUNTAD PARA PROPICIAR UN ESPACIO FAMILIAR
Los hijos aprenden a comunicarse a partir de la forma en que se comunican los padres entre sí y la forma en que se comunican con ellos. 
Si un matrimonio no se comunica, los hijos aprenden a que esa es la forma de relacionarse y que no deben hablar de sus sentimientos o pensamientos y muchos menos habrá alguien para escucharlos.

La importancia de la comunicación familiar determinará la forma en que los hijos se relacionen con el mundo para el resto de su vida.

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